Fuente: https://www.ecoticias.com/eco-america/204293/incendios-Amazonia-siguen-fuera-control
“El intento de Bolsonaro de maquillar sus políticas enviando
tropas a la Amazonía, además de un alto coste económico, ha supuesto un rotundo
fracaso y no evitará que se repita la situación de 2019 cuando la región vivió
un desastre ambiental provocado por los incendios de la selva”. Entre el 16 de
julio y el 15 de agosto de este 2020, se registraron 20.473 focos de calor, indicadores de
la actividad incendiaria. Un 8%
más en comparación con el mismo período del año pasado (22.250 en 2019 frente a
20.473 en 2020). Solo en las dos primeras semanas de agosto, hubo más
de 15.000 incendios. En el mismo período de 2019, no había
tropas para evitar las quemas ni una moratoria de incendios en vigor, lo que evidencia
la ineficacia de esta estrategia.
“El intento de Bolsonaro de maquillar sus políticas enviando
tropas a la Amazonía, además de un alto coste económico, ha supuesto un rotundo
fracaso y no evitará que se repita la situación de 2019 cuando la región vivió
un desastre ambiental provocado por los incendios de la selva”.
“Las cifras de incendios muestran que prohibir los incendios no funciona. Es esencial que el Gobierno restituya la capacidad de vigilancia y devuelva sus competencias y presupuesto a las agencias especializadas en frenar la destrucción ambiental. Pero la Administración de Bolsonaro sigue en su proceso de desmantelar sistemáticamente la protección ambiental y socavar el trabajo de estas agencias”, ha señalado Cristiane Mazzetti, responsable de la campaña de Amazonas en Greenpeace Brasil.
“Los incendios en la selva amazónica no ocurren de forma natural; son provocados deliberadamente por terratenientes y ganaderos para expandir la tierra utilizada para el pastoreo de ganado y la producción agrícola industrial, como parte de una práctica que se ha visto agravada por la agenda antiambiental de Bolsonaro”, ha asegurado Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de Bosques de Greenpeace España.
Es especialmente preocupante que los incendios estén ocurriendo cada vez más en tierras indígenas, un aumento del 8% en comparación con el mismo período del año pasado. La tierra indígena Munduruku es donde el sistema de detección encontró la mayor cantidad de focos de calor, 160, un aumento del 78% con respecto al año pasado. Además, 4.115 focos afectaron a Unidades de Conservación, un aumento del 7% respecto al mismo período del año pasado.
Es una cuestión de voluntad política, pero Bolsonaro ha ignorado esas vías. En lugar de combatir las conductas delictivas y proteger a los guardianes de los bosques este Gobierno sigue reduciendo la protección ambiental y aliándose con quienes quieren destruir el bosque”, ha aseverado Mazzetti.