ASESINAN JOVEN DEFENSOR AMBIENTAL EN EL PERÚ

Fuente: CUARTO ASESINATO DE UN LIDER AMBIENTAL

Crimen e impunidad en Madre de Dios: el cuarto asesinato de un líder ambiental en pandemia.-
Roberto Carlos Pacheco Villanueva tenía solo 34 años y desde hace años ayudaba a su padre Demetrio a proteger los bosques de una concesión que administraban en la Amazonía.
La solitaria batalla de los Pacheco tenía un enemigo gigante y omnipresente: la minería ilegal. Entre el 2016 y 2019, padre e hijo presentaron siete denuncias contra invasores pero nadie hizo nada. A Roberto Carlos Pacheco Villanueva (34) y a su padre Demetrio Pacheco Estaca, protectores de un bosque que en realidad es una isla de biodiversidad en medio de una zona acorralada por la minería ilegal, los habían amenazado tantas veces que en algún momento creyeron que no iba a pasar más.
Ambos denunciaron desde hace años estas amenazas y a sus principales promotores: los invasores de tierras. Pero las autoridades, como en otras ocasiones y en otras regiones, no investigaron y esa inacción ocasionó un cruel desenlace. El fin de semana, Roberto Pacheco fue asesinado a balazos en los alrededores de los bosques que junto a su familia protege en una de las regiones más violentas de la Amazonía peruana: Madre de Dios.

El crimen de Roberto Carlos Pacheco ocurrió el último 11 de setiembre y es el cuarto asesinato de un líder ambiental desde que se declaró el Estado de Emergencia en el Perú por la pandemia a inicios de marzo. En abril asesinaron a Arbildo Meléndez Grández (Huánuco), en mayo a Gonzalo Pío Flores (Junín) y en julio a Lorenzo Wampagkit (Amazonas).
Roberto Pacheco y su padre vigilaban y protegían la concesión forestal de la  la presencia de invasores y taladores que buscaban árboles rentables en las más de 800 hectáreas de la concesión forestal que  Demetrio administra hace más de 30 años y a cuyo cuidado sumó luego a su hijo Roberto.
La concesión de los Pacheco se encuentra ubicada a la altura del kilómetro 70 de la carretera Interoceánica Sur, dentro de la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Tambopata, rodeada de tierras devastadas por la minería ilegal. “Quisiera que recuerden a mi hijo como un luchador constante del bosque”, dijo  Demetrio Pacheco a OjoPúblico, con esa mezcla de dolor irreparable e indignación por el asesinato de su hijo.

Denuncias y amenazas impunes
Durante los últimos cuatro años, Demetrio Pacheco y su hijo presentaron  siete denuncias por deforestación y usurpación de tierras ante la fiscalía de Madre de Dios. Pero en todos los casos, la lentitud y los silencios han sido cómplices.
La denuncia más reciente presentada por Demetrio Pacheco se presentó en abril del 2019, cuando acusó una vez más  a la Asociación de Agricultores Ecológicos los Hijos de Madre de Dios por deforestación ocasionada por presuntos invasores. El caso se encuentra en el tercer despacho de la fiscalía ambiental de Madre de Dios, a cargo de Milagros Coaquira, pero tampoco se registran avances en las indagaciones.  
Antecedentes y disputas
El crimen y las amenazas asociados a la minería ilegal genera un contexto de violencia en Madre de Dios contra los líderes  ambientales: hace cinco años asesinaron también a Alfredo Vracko; ambientalista y empresario maderero que recibió tres disparos por evitar la invasión de su predio a la altura del kilómetro 95 de la carretera Interoceánica.
El 2017, Roberto Carlos Pacheco se enfrentó a taladores ilegales que se encontraban en la concesión de su padre y al exigirles que abandonen la zona, uno de los invasores le apuntó al pecho con una escopeta. Meses después, Pacheco Estaca encontró una bala sobre la mesa de su campamento.
    “Quisiera que recuerden a mi hijo como un luchador constante del bosque”